Desde la
sorpresiva captura del hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, Santiago,
por su presunta participación en la conformación de grupos paramilitares en
Colombia se ha desatado una verdadera tormenta política entre los partidos de
la Unidad Nacional y el Centro Democrático.
El Senador Uribe
califica de una farsa cruel la captura de su hermano, al cual considera un
preso político y arremete contra el ex presidente Santos, al que acusa de
manipular las cortes y presionar la justicia para arremeter contra los líderes
de su partido.
En esta disputa
vemos como de manera descarada líderes del Centro Democrático acusan al
Gobierno Santos de manipular la justicia, chuzar al expresidente y un sin
números de calificativos que curiosamente eran los que sobresalían en el
gobierno del hoy senador Uribe.
A mi entender con
esta disputa política el único perdedor es el país, la institucionalidad, no es
posible que debido a decisiones de la justicia polaricen al país y quieran
crear un ambiente igual o peor que la del vecino país de Venezuela, donde de
forma desproporcional aprovechen una circunstancia desafortunada para la
familia Uribe para solicitar y exigir la renuncia de un presidente en ejercicio
y constitucionalmente elegido.
El país tiene
grandes retos que asumir, como el desabastecimiento energético y de agua, el
cambio climático, el fortalecimiento de la economía, la lucha contra la
pobreza, la desnutrición infantil, garantizar el acceso a la educación en
condiciones dignas que redunde en una mejor educación, el mejoramiento del
sistema de salud que nos permita una adecuada y eficiente atención, para estar
controvirtiendo por la detección del hermano de un senador.
Esto demuestra
que los partidos políticos y los grandes líderes de nuestro país lo único que
les preocupa son sus intereses personales y familiares, más no la búsqueda del
bien general, no están interesados en legislar para mejorar las condiciones de
vida de los colombianos, sino en legislar para garantizar su seguridad jurídica
y personal.
Por eso pienso que
debe ser la justicia, su defensa técnica y jurídica que determine si el señor
Santiago Uribe es inocente o no, pero que no manipulen la opinión pública para
pretender revocar una medida judicial, no podemos permitir que los dirigentes
del Centro Democrático cada vez que algunos de sus miembros sea investigado o
le inicien una investigación apelen a la persecución política y retaliación por
sus oposición al proceso de paz como único medido de defensa, porque estamos
cayendo en un juego peligroso que puede generar más conflicto en nuestro país.
El Uribismo debe entender que durante 8 años
gobernaron la nación a su antojo, que a pesar de las acusaciones presentadas
sobre las chuzadas, los falsos positivos, el manejo de las mayorías en el
congreso, la oposición supo respetar sus decisiones y los fallos judiciales, es
lo mínimo que debe reconocer el Centro Democrático en estos momentos que ya no
son las mayorías y su gobierno termino.
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