En cada elección es común escuchar a
la mayoría de candidatos -que no se beneficiaron del apoyo popular en las
urnas- culpar a la Registraduría de haber realizado fraude en las elecciones,
de intervenir, manipular y realizar acciones ilegales para beneficiar un
determinado candidato que, en últimas, es el ganador.
Esta afirmación y creencia ha puesto
en tela de juicio la honorabilidad, transparencia y reputación de los registradores
a tal punto que en muchos casos ponen en riesgo su integridad física, su
tranquilidad y la de su familia, ya que los simpatizantes de los candidatos que
no contaron con el respaldo del constituyente primario lo tildan como el
responsable de la derrota, lo que en muchos casos ocasiona que la horda
embravecida decida arremeter contra instituciones y funcionarios en asonada y
desorden público.
Preocupado ante esta creciente
creencia, he querido establecer la actuaciones de los registradores durante las
elecciones democráticas realizadas en nuestro país, y me encuentro que estos
funcionarios actúan como directores y organizadores del procesos electoral, más
no tienen incidencia directa durante los comicios, puesto que ellos, al momento
de hacer entrega de los kit electorales a los jurados de votación, otorgan a
ellos el proceso; por consiguiente son estos los que durante toda la jornada de
votación lo llevan a cabo y realizan los escrutinios de los votos en las
respectivas mesas. Así las cosas son ellos el pilar fundamental del éxito y
transparencia de los comicios.
Terminada la jornada de votación y
realizado el escrutinio correspondiente, en cada mesa los jurados devuelven al
registrador los pliegos electorales, los cuales quedan bajo su custodia desde
el punto de votación hasta el sitio de escrutinio, donde nuevamente el
registrador hace entrega del proceso a los claveros, que son las personas
encargadas de recibir e introducir en el arca triclave los pliegos electorales,
de custodiar y velar por su seguridad y contenido.
Después de ingresar los pliegos
electorales en el arca triclave, se procede a realizar el escrutinio general
por la comisión escrutadora, la cual fue conformada por el Tribunal Superior
del distrito Judicial integrada por jueces, notarios o registradores de
instrumentos públicos del respectivo distrito judicial y el registrador
municipal, el cual actúa como secretario de dicha corporación.
Es de aclarar y subrayar que en todo
el proceso electoral los diferentes candidatos y/o partidos políticos cuentan
con testigos electorales, para que supervisen y vigilen todos los comicios
electorales, esto los convierte en pieza clave para garantizar la
imparcialidad, pureza y publicidad de las votaciones.
En este orden de ideas no encuentro
sustento y soporte para que algún candidato o sus simpatizantes indilguen
conductas concernientes delictuales y culpen a los registradores de los
resultados obtenidos por sus campañas en las elecciones, creo que por
desconocimiento de la normatividad electoral es que se da el malentendido y la
desconfianza ante los resultados adversos en la contienda electoral.
Es bueno tomar
conciencia del verdadero papel del registrador en los comicios electorales y
saber que la justa electoral es un mecanismo democrático donde varios actores
apuestan a ganar pero que solo uno será el que obtenga el triunfo y, por ende,
será el que rija los destinos de su colectividad y que otro u otros no
alcanzarán la meta, estas son las reglas de nuestra democracia y hay que
acatarlas y estar preparados para ganar o perder.
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