viernes, 29 de abril de 2016

A PROPOSITO DE LA TERNA PARA FISCAL GENERAL

Cuando el presidente Juan Manuel Santos realizo la convocatoria pública para integrar la terna del Fiscal General, me sorprendí, me llene de optimismo y avizore que nuestro presidente incorporaba un nueva figura en la historia política de Colombia, supuse y festeje que la terna para elegir el Fiscal General podría ser escogida por meritocracia y que de una vez por toda eliminaríamos la politiquería y el amiguismo en el nombramiento de los servidores de la rama judicial.


Pero el miércoles pasado cuando el presidente anuncia la tan anhelada terna, donde la Corte Suprema de Justicia elegirá el Fiscal General, la cual quedo conformada por la asesora jurídica de la oficina del alto comisionado para la paz, Mónica Cifuentes; al actual ministro de Justicia, Yesid Reyes, y al ex superministro Néstor Humberto Martínez; debo admitir que mi consternación y desilusión fue mayúscula, al conocer que muy a pesar que se realizó una convocatoria pública que buscaba ampliar el espectro de aspirantes, como permear de transparencia el proceso de la elección de la terna, en ultimas fue el presidente Santos quien de manera autónoma conformo la terna de elegible, lo que le permite conformarla con sus amigos, aliados o a su conveniencia.

Soy consciente que por mandato constitucional y legal es el Presidente de la Republica a quien le compete presentar la terna para la elección del Fiscal General a la Corte Suprema de Justicia, pero también soy un crítico de este mecanismo, puesto reclamo que la elección de funcionarios de la rama judicial y de los órganos de control debe estar revestida de transparencia y ser por meritocracia para garantizar la imparcialidad e independencia de sus actuaciones, para que el funcionario asuma su cargo gracias a su capacidad y no deba favores que puedan manchar su gestión más adelante.

Aunque la iniciativa de realizar una convocatoria pública no fue del Presidente de la Republica, ni de su gobierno, creo que el presidente con la expedición del Decreto 450 de 2016 donde establece el trámite para la integración de la terna de candidatos a Fiscal General de la Nación, dio una gran avance, abrió una puerta, consagro un triunfo de las organizaciones que propenden por la transparencia de estos procesos, por eso creo necesarios que se debe seguir insistiendo y luchar hasta lograr que los órganos de control y la rama judicial puedan ser integrados por meritocracia y no a dedo, para que sus actuaciones no estén bajo ninguna controversia, sean pulcras, en derecho, puesto que sus electores o los contradictores de estos, pueden resultar afectados por sus decisiones.

Mientras tanto confiemos en la idoneidad, independencia, trasparencia y capacidad de los juristas que conforman la terna, tengamos la esperanza que quien resulte elegido pondrá al servicio de la entidad toda su experiencia y conocimiento, por eso coadyuvará para que los colombianos recobremos la credibilidad y confianza en la Fiscalía, Dios quiera se imponga el viejo refrán “Zapatero a tu Zapato” y la Corte Suprema escoja un experto penalista que pueda actuar con conocimiento de causa, para que no sigamos improvisando y elijamos auténticos especialistas en los campos que van a ejercer, solo así avanzaremos en la construcción de un mejor país.

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