martes, 9 de agosto de 2016

CESARENCES EXIGEN AGUA DE OPTIMA CALIDAD

Es triste y desalentador el panorama para la mayoría de municipios del Cesar donde, según estudios de la Secretaría de Salud, solo 10 municipios, de los 25 que conforman el departamento, suministran agua apta para el consumo humano a sus habitantes, aunque su calidad no sea óptima.


Es inaudito que en pleno siglo XXI exista en el departamento 6 municipios que su calidad del agua supera el 87% del IRCA índice de Riesgo de la Calidad del Agua, sumado a 5 municipios más que su porcentaje es más bajo pero que no les alcanza para superar los análisis y proveer agua potable a sus habitantes.

Analizando estas cifras, es preocupante la situación que padecen los habitantes del Cesar, porque no podemos olvidar que beber agua sin las condiciones óptimas nos hace vulnerables a contraer enfermedades diarreicas agudas, fiebre tifoidea, hepatitis A, entre otras, de las 25 enfermedades que la Organización Mundial de la Salud ha establecido que pueden afectar a las personas por el consumo de agua contaminada.

El gobierno nacional amparado en los principios constitucionales y legales sobre la descentralización administrativa y los conceptos del Consejo de Estado trasladan la responsabilidad y atribuciones a los alcaldes, de asegurar la prestación de los servicios públicos, la construcción de obras de acueductos y alcantarillados y efectuar las inversiones en infraestructura que requiera el sector para garantizar una prestación del servicio con calidad y excelencia.

Pero la situación se torna desoladora, al examinar la situación financiera que atraviesan los municipios que padecen esta problemática, donde su grave déficit fiscal no permite que las administraciones con recursos propios realicen inversiones para garantizar a sus habitantes un mejor servicio, peor aún muchos de estos municipios fueron descertificados por la Superintendencia de Servicios Públicos, lo que implica, que los recursos del Sistema General de Participación en Agua Potable y Saneamiento Básico serán manejados por el Departamento, lo que dificulta la inversión.

Sumado a ello evidenciamos la incapacidad y negligencia de Aguas del Cesar y el Plan Departamental de Aguas en la administración de los recursos, la ejecución de obras e intervención de acueductos para garantizar por lo menos el suministro de agua apta para el consumo humano a cada uno de los habitantes de los diferentes municipios que hacen parte de este convenio.


La situación es grave y preocupante, municipios como Tamalameque que figura como la población que suministra la peor agua del país, necesitan de la ayuda del Gobierno Nacional y Departamental para solucionar esta difícil situación, para que sus habitantes no padezcan de una emergencia sanitaria y de salud, por eso exhorto a estas autoridades para que ayuden, trabajen unido con los municipios, prioricen las inversiones y proyectos que permitan brindar agua potable a los Cesarenses, recordemos que el Agua es vida, no permitamos que se convierta en muerte.

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