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Adolfo Hitler y su partido nazi
utilizaron como estrategia la imagen y la propaganda para ganar adeptos y
seguidores a sus ideales y políticas, es así como conciben y elaboran un
documental donde exaltan la figura del líder nazi y muestran el apoyo y admiración
del pueblo alemán, demostrando de manera efectiva que el pueblo se encuentra
unido en torno a él y sus actuaciones.
En este documental se dejan claras las
intenciones del führer y de manera premeditada prepara emocionalmente a su
pueblo sobre las actuaciones que adelantará, mostrándose como el mesías que
salvará su nación y la posicionará de nuevo en el lugar de preponderancia
mundial que merece.
A pesar que esta estrategia política
no es nueva, y ha trascurrido un largo período de su implementación, sigue
vigente, especialmente en Colombia donde muchos líderes y partidos políticos la
utilizan para ganar adeptos, lograr apoyo, mantenerse en su estatus quo y
permanecer atornillado en el poder o contrario sensu recuperarlo.
En Colombia ha hecho tránsito que nos
venden la idea de un país en caos, sin futuro, con la sería amenaza de colapsar
y repetir la historia de nuestra vecina Venezuela, por eso se hace necesario
recomponer el camino, regresar al pasado inmediatamente anterior, y volver a
instaurar unos ideales políticos de mano fuerte que permita garantizar la
seguridad de nuestra nación para que no sea sometida y llevada a la hecatombe.
Por otro lado, nos ofrecen un panorama
nuevo, acabar con el conflicto, cambiar las armas por los discursos y el
proselitismo político como el camino para construir un mejor futuro, un nuevo
país, donde el posconflicto reivindique al estado, satisfaciéndole a los
ciudadanos las necesidades que han permanecido insatisfechas por décadas,
brindándole un bienestar que ha sido esquivo y las oportunidades de mejorar sus
condiciones de vida.
Gracias a sus estrategias sus
impulsores han logrado sus beneficios, y sobre todo han conseguido dividirnos,
permitiendo garantizar su vigencia y no ver amenazado su protagonismo y
supremacía política, ya que nos hemos convertido en idiotas útiles de sus
intereses y defensores de sus ideales y concepciones políticas. Esto a tal
punto que han obtenido que nos distanciemos uno de los otros y entremos en
conflicto sin visionar otra perspectiva y salida a la problemática que acosan
el país.
Las propuestas e ideales políticos
presentados al pueblo se limitan a la posición frente al conflicto que nos ha
azotado por más de 5 décadas, olvidándose de problemas tan esenciales y
urgentes de solucionar como la crisis en el sector pensional, el bajo poder
adquisitivo de la mayoría de colombianos, la falta de empleo, la baja calidad
educativa, el paupérrimo sistema de salud, o la creciente corrupción que se
incrusta en todas las esferas públicas carcomiendo las finanzas del estado.
Por eso creo que se
hace imperioso y necesario que el pueblo despierte del letargo donde nos ha sumido
la vieja clase política, que durante años se ha beneficiado de nuestra ceguera,
apropiándose y acumulando riquezas gracias a su posición, primando su interés
personal y olvidándose del interés general, es hora de romper los paradigmas
políticos. No permitamos que el aforismo de Maquiavelo “Divide y Reinarás” siga
permitiendo que sigamos siendo gobernados por los mismos y con las mismas,
propongámonos que la voluntad de la inmensa mayoría de los colombianos triunfe
y logre cambiar nuestra historia.
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