Han transcurrido 10 años
desde ese día mágico y maravilloso del 5 de enero de 2.005, donde Dios en un gesto de su infinito amor dispuso que
brillara con luz propia una nueva estrella en el firmamento, que los Dioses del
Olimpo en la mitología griega celebraran una fiesta en honor a Deméter (gran
madre) Diosa que protege los nacimientos y niños pequeños y de Astarté
diosa de la fertilidad por su maravillosa creación, que en un parto de vida naciera
mi hijo MAY
FRANCISCO PINO VANEGAS.
Desde ese momento mi vida se ilumino, se irradio de
felicidad y alegría, toda vez que ese pequeño y angelical ser con sus gestos,
mirada, sonrisa e inclusive con su llanto inundo de amor y afecto mi existencia.
A pesar de la felicidad y el amor que invadía
todo mi ser, comienzan
las preocupaciones y la intranquilidad para protegerte, cuidarte y
preservarte alejado de toda enfermedad, dolencia o sufrimiento, buscaba de
forma inocente e infructuosa la manera de mantenerte en una capsula o burbuja
protectora, donde nada de esto se te acercara, desconociendo
por completo los ciclos de la vida y la naturaleza.
Fueron muchos momentos de zozobra y sufrimiento al darme cuenta la
imposibilitad de brindarte la total protección y encontrar que los malestares o
molestia te incomodaban, tu llanto e incomodidad se convertían en mi más grande
tortura y tormento, ya que no teníamos la posibilidad de saber que te sucedía.
Pero como el tiempo no se
detiene seguiste desarrollándote y creciendo, me brindaste muchas alegrías, en
este trasegar y es de inmensa pasión recordar cuando diste tu primer paso,
cuando con esa voz angelical y llena de ternura me dijiste papá o cuando me dijiste te
quiero, momentos mágico donde Dios me dio muestra real, que existe un paraíso,
el cual tu riges y conduces.
En todo momento me sorprendías con tus ocurrencias,
inteligencia y tus manifestaciones de amor y afecto, pero también me asaltaba la preocupación que día a día, veía tu vertiginoso
crecimiento físico, emocional e intelectual, lo que me llenaba de
nostalgia, al ver que ese bebe inocente, sin preocupaciones y afanes, que
necesitaba de mi ayuda para sostenerse, correr o alimentarse, día a día se
convertía en un niño independiente y autosuficiente.
Difícil de asimilar y
comprender, que ese pequeño que hace pocos años por miedo de no lastimarlo,
apenas observaba y con temor acariciaba suavemente con mis manos, ya es un
hombrecito, el cual ahora me sorprende hablándome de internet, túnel del tiempo, de
música o me recuerdes tu simpatía por el atlético nacional equipo que no sigo
toda vez que soy hincha del América de Cali, pero sin nunca olvidar tu ternura,
cariño y amor que siempre me demuestras y profesas.
El tiempo es infalible y no
se detiene por eso debo aceptar que debes cumplir el ciclo de vida, debes
cumplir con tus funciones de ser humano, debes seguir creciendo para aportar tu capacidad, tenacidad e
inteligencia en la construcción de una nueva sociedad, por eso ruego a diario
al Dios de la vida, al todopoderoso, que en su infinita sabiduría e inmensa
misericordia, te ilumine, te guie, bendiga, llene de salud y sobre todo
te convierta en un hombre de bien, lleno de valores y con una gran sensibilidad
social.
De mi parte quiero decirte te amo y te adoro con todo mi
corazón, que cada día doblego rodillas para que todos tus anhelos, tus sueños y
proyecto de vida sean una pronta realidad, pero a la vez quiero
que siempre tengas presente que nunca dejaras de ser mi bebe, mi mayor alegría,
ilusión y la luz de mis ojos, eres parte de mí, eres la extensión de mi
existencia, por eso eres el mayor aliciente para vivir cada día, el elixir de
vida y de juventud que combates la vejez que me rodea y circunda.
Hijo muy a pesar de mis
errores, desatenciones, descuidos y muchas veces mi abandono con lágrimas en
mis ojos, hoy que estas a punto de cumplir años, quiero decirte y dejarte
siempre presente que te amo, te adoro y que eres al lado de tu hermano mi razón
de ser, mi orgullo, mi amor y mayor alegría. FELIZ CUMPLEAÑOS, MI VIDA.
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