Finalizó la navidad y fin de año,
todos los colombianos añoramos y deseamos que nuestros sueños y proyectos se
hagan realidad y que este año 2015 este lleno de prosperidad, educación,
justicia, salud y paz, para solo así poder construir un nuevo país con Paz,
Equidad y Educación como dice el nuevo eslogan del Gobierno Santos.
Pero desafortunadamente los
colombianos vemos truncado estos anhelos, toda vez que percibimos que
trabajadores y gremios llegaron a ningún acuerdo para concertar el salario
mínimo que ganaran la mayoría de colombianos, es impensable que la gente
humilde de este país sobreviva con un salario de $644.350, como lo estipulo el
Gobierno Nacional mediante Decreto con un alza del 4.6% donde la canasta
familiar tiene un valor promedio de $1.300.000.
En materia educativa el panorama no es
mejor, ya que la calidad educativa del país es pésima, de ahí que encontramos
malos resultados en las pruebas saber y las pruebas pisa, ahora el gobierno
nacional implementa la jornada única para mejorar la situación, pero no tiene
en cuenta la calidad de la infraestructura locativas de los establecimientos
educativos, la contratación de más docentes, profesionalización de los mismos e
inversión en innovación y tecnología que
garanticen mayor cobertura y calidad en nuestra educación.
La justicia atraviesa una grave crisis
sin precedentes, debido al paro de la rama judicial, la fiscalía general y los
funcionarios del INPEC que nos dejan más de 30 mil procesos paralizados, centro
de reclusión y uris con hacinamientos, violación de derechos y con un horizonte
desolador gracias a la amenaza de la continuidad del paro después de la
vacancia judicial, por eso debemos apuntar a la implementación de una verdadera
reforma a la justicia que permita la descongestión judicial, modernización de
los procesos y la contratación de más jueces que garantice una verdadera
justicia a los colombianos.
Por su parte el sistema de salud en
Colombia afronta una aguda crisis con un déficit financiero del sistema, una
mala prestación del servicio por parte de los regímenes Contributivos y
Subsidiario de Salud, lo que con lleva a los usuarios a emprender acciones de
tutelas que le garanticen el respeto a su derecho fundamental de salud, por eso
se hace necesario una reforma a la salud que avale la salud como un derecho y
no como un negocio.
En el tema de la paz los Colombianos la
añoramos y deseamos, pero desafortunadamente a diario encontramos que muy a
pesar de la voluntad el presidente Santos por jugársela por la Paz, las FARC
traicionan la voluntad del país con sus acciones terroristas y la abominable
práctica del secuestro y los enemigos del proceso quienes lo bombardean a
diario, polarizan el país y buscan que no concretemos una paz duradera y
entreguemos a las nuevas generaciones un nuevo país en paz.
Analizando estos aspectos, se hace
necesario que en el año nuevo (2015) todos, absolutamente todos los colombianos
le apostemos a la finalización de la guerra, ya que quitándonos ese pesado
fardo de ignominia, podrá el gobierno dedicar el presupuesto hacia la solución de
los problemas de la salud, la justicia y la educación, es más habrá sobrantes
para la ejecución de obras de infraestructura que generen trabajo. Así y solo
así tendremos un año venturoso y próspero.
Tratemos de alcanzarlo.
¡Feliz Año 2.015!
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