jueves, 7 de mayo de 2015

LA AMISTAD Y LA POLITICA

La amistad es un sentimiento desinteresado y puro que une a los seres humanos, los cuales por intermedio de la confianza, lealtad, sinceridad  o apoyo construyen una relación de afecto. La amistad es tan valiosa que hasta en las sagradas escrituras podemos encontrar el valor de la amistad: Un amigo fiel es escudo poderoso; el que lo encuentra halla un tesoro. Un amigo fiel no se paga con nada, no hay precio para él. Un amigo fiel es bálsamo para la vida, los que temen al Señor lo encontrarán”.

La política es el arte de servir, la cual propende en la búsqueda del bienestar general, lograr objetivos colectivos que nos conlleven a mejorar las condiciones de vida de una sociedad para garantizar una convivencia en paz, con satisfacción plena de sus necesidades y el bienestar de toda la gente.

Analizando los dos conceptos podemos deducir que son concepciones semejantes que en la vida diaria pueden coexistir y complementarse, para que de la mano construyan una sociedad más equitativa, estable y con las bases esenciales para lograr el desarrollo y progreso que la guíe al mejoramiento de las condiciones de vida de cada uno de sus integrantes.

Pero por el contrario, en muchos casos encontramos que son contraposición la una de la otra, y que en ocasiones llega hacer un detonante para que el odio y desprecio se apodere de la condición humana, lo que nos lleva a vivir en un mundo de penuria y resentimiento que nos cohíbe de vivir en armonía y en paz hasta con nosotros mismos.

Muchos gobernantes al llegar al poder olvidan su verdadero círculo de amistades, lo reemplazan por una corte de adulones o comité de aplausos, que aprueban y festejan todas las actuaciones del dirigente, sin importar que esté acorde a los preceptos legales y las necesidades de su comunidad, lo único valedero e importante es alimentar el ego del mandatario y garantizar su avenencia para seguir gozando de las mieles del poder.

Pero también es cierto que muchas personas creen que por la consideración y aprecio que despierta en el dirigente, puede disfrutar de tal condición para sacar provecho y beneficiarse de manera descarada de su amistad, para de esta manera usufructuar las mieles del poder sin mérito y trabajo  que justifique dicha compensación.

El dirigente necesita de amigos que lo ayuden a gobernar de manera transparente, honesta y eficiente, las personas necesitamos gobernantes que nos permitan desarrollar nuestras capacidades y demostrar nuestro conocimiento, para de esta manera consolidar una formula exitosa e inquebrantable que garantice un trabajo de equipo que desarrolle las condiciones adecuadas para que la sociedad logre un desarrollo y progreso armonioso y la satisfacción plena de sus necesidades.

Por eso como dice Mario Sarmiento “Ahora que vas subiendo, cuida a tus amigos, los vas a necesitar cuando estés bajando” porque todos los que te idolatran cuando gozas de la influencia y el poder te abandonaran en la soledad de tu existencia, mientras que tu verdadero amigo siempre estará presto para apoyarte y ayudarte en las dificultades que te presente la vida.

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