En
las últimas semanas Estados Unidos y Latinoamérica se conmociono con un juego
conocido como el Charlie Charlie Challenge, que es un juego en el que un lápiz
divide una hoja de papel en cuatro partes, escribiendo dos veces la palabra
“Sí” y dos veces la palabra “No” en esquinas opuestas. Una vez marcado el
papel, se reposan dos lápices en forma de X sobre el papel.
El
juego comienza cuando alguien pregunta: “Charlie,
Charlie… ¿estás aquí?”. El lápiz que reposa encima debe, supuestamente,
girar hacia el "Sí" o el
"No" para revelar la
respuesta del supuesto espíritu de un niño mexicano, y paso seguido, se hace
cualquier pregunta. Luego se termina diciendo "Charlie Charlie, ¿podemos terminar?" y así culmina.
Pero
como era de esperarse este juego ha despertado la suspicacia de líderes
cristianos y padres de familia quienes han mostrado gran preocupación, por lo
que consideran no un juego, sino una invocación real a las fuerzas demoniacas;
es tanto la conmoción que se han afirmado y testimoniado casos de niños y
personas poseídas por la práctica de este juego.
En
la cotidianidad de nuestro país, encontramos que desde hace varios años nos han
proyectado nuestro propio Charlie Charlie, solo que las palabras que se
escriben cambian, no se utilizan el “SI”
y el “No”, sino “Santos” y “Uribe”, pero con el mismo espíritu de mantener un país divido en
posiciones opuestas.
Mientras
que el juego original inicia preguntando sobre si se encuentra el espíritu del
niño, en nuestro país preguntamos sobre la salida a los más de 50 años de
barbarie y guerra en que nos hemos sumido, por eso si el lápiz recae sobre “Santos” es que el país quiere una
salida negociada al conflicto, en cambio sí recae sobre “Uribe” es que desea reducir las acciones violentas de la guerrilla
con más violencia.
Así
como el Charlie Charlie ha despertado suspicacias en líderes cristianos y
padres de familia, el juego que vivimos en Colombia ha suscitado el
inconformismo y oposición del adalid de la fe el señor procurador Ordoñez, como
también de muchos padres de la patria miembros del centro democrático, quienes
consideran que la salida negociada no es una posibilidad que debemos brindarle
a los colombianos, sino incrementar el pie de fuerza y las acciones militares
para continuar en esta guerra sin sentido y que sigan corriendo ríos de sangre.
Pero
paradójicamente hemos conocido que el juego original el -Charlie Charlie Challenge- es una estrategia publicitaria que ha
servido para promocionar la nueva película de terror de la productora Warner
Bros, “The Gallows” (la horca), la cual cuenta cómo un grupo de estudiantes
decide recrear una tragedia de hace 20 años invocando a un muerto mediante este
ya popular juego.
Conociendo
las coincidencia del juego original y el Charlie Charlie a la Colombiana, a mi
mente le asalta la duda ¿este juego
colombiano también será una estrategia política?, donde los Santistas y
Uribistas para promocionar sus partidos políticos, lograr el poder y
mantenernos bajo un letargo, olvidándonos de tantos problemas que afligen al
país como la mala calidad en la salud, educación, servicios públicos y falta de
oportunidades laborales.
¿Será que los seguidores del expresidente y
ahora senador deciden perpetuar los más de 50 años de violencia que hemos
vivido y que no nos han permitido construir un país en paz, con desarrollo y
progreso? ¿Será que los Santistas, en
serio, buscan poner fin de una vez por todas a esta infamia llamada guerra?
Amanecerá y veremos.
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