Foto/@PaisPaismejor |
Desde el inicio de los diálogos de paz
del gobierno con la Farc, nos han alimentado la esperanza que al concretarse
este proceso sería la solución al cumulo de problemas que azotan nuestra
patria, con el anuncio de los acuerdo la ilusión nos la han avivado y con la
opción que sea el pueblo mediante un Plebiscito quien refrende estos diálogos
nuestros sueños han sido nutrido con la promesa de la construcción de un mejor
país, prospero e ideal.
Aunque la situación fáctica nos es tan
fácil, toda vez que la solución de los problemas que azotan nuestro país va más
allá de la firma y refrendación del proceso de paz con un grupo guerrillero,
pero debemos reconocer que puede convertirse en el punto de partida, en la
piedra angular para que entre todos unidos comencemos a estructurar un mejor
país, con igualdad, oportunidades y bienestar para su gente.
Pero, para eso se hace necesario que
se concrete una gran reforma en el sistema de salud del país, que nos permita
el acceso a una salud de calidad, eficiente, oportuna, que deje de ser un
negocio para convertirse en un verdadero derecho, por eso debemos pensar en la
unificación de los regímenes existentes y constituir un sistema universal,
implementar un sistema diferencial de acuerdo a las zonas y poblaciones donde
se preste el servicio, se debe establecer unos estándares mínimos de calidad en
la prestación del servicio y atención de los pacientes, para de esta forma
garantizar un verdadero sistema integral de salud, que garantice una mejor
calidad de vida a todos los colombianos.
La educación debe convertirse en el
eje principal para proveer de conocimiento a nuestra gente, que le permitan
edificar un ser humano con ideas firmes que le consientan la construcción de
una mejor sociedad, por eso se hace necesario
la inversión en la construcción de instalaciones locativas adecuadas y
modernas, impulsar la investigación científica y tecnológica, para ello se hace
necesario extinguir ese pensamiento retrogrado que afirma que las erogaciones en educación son
gastos, para analizarla como inversiones productivas que coadyuvan a la
construcción de una sociedad más justa, equitativa y productiva.
La inversión social debe centrarse en
satisfacer las necesidades de la población más vulnerable, acabando con la
inequidad existente en la distribución de los ingresos e inversión de la
nación, debemos apostar en el mejoramiento de las condiciones de vida y
bienestar de las poblaciones más necesitada, que permitan combatir la pobreza y
desigualdad que nos han condenado al subdesarrollo, exclusión social y la
violencia.
Pero el principal objetivo de nuestra patria
debe ser la extinción de la corrupción, puesto que esta enfermedad ha sido la
culpable de todo el deterioro social, político, económico y administrativo que
vive nuestro país, por eso se hace necesario que todos cerremos filas y hagamos
causa común contra este flagelo, que se ha incrustado en nuestra sociedad
permitiendo que la violencia se haya acrecentado y desvirtuado los fines del
Estado.
Los Colombianos debemos tener la plena certeza que no podemos soñar con
la construcción de un mejor país, ilusionarnos con la satisfacción de las
necesidades básicas insatisfechas o imaginar mejorar las condiciones de vida y
el bienestar de todos, si no exigimos un mejor sistema de salud, una mejor
educación, una inversión social transparente, equitativa y planeada y sobre
todo si no logramos la erradicación de la corrupción en todos los niveles del
estado, solo así podemos proyectar la construcción de una Paz Estable y
Duradera, de lo contrario todo se convertiría en un sofisma y el país seguiría
en el letargo y problemática que nos azota.
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