Este 25 de
Octubre se conmemoro un año de haberse celebrado las elecciones de autoridades
locales, donde el pueblo en su infinita sabiduría decidió quien regiría los
destinos de sus entes territoriales de acuerdo a unas iniciativas, propuestas y
programas de gobiernos, pasado 10 meses de posesionados los gobernantes en
muchos de los electores existe amor, esperanza y decepción con la decisión
adoptada.
Son muchos los
gobernantes que trascurrido un tiempo de su administración continúan recibiendo
el apoyo, respaldo y aceptación de su comunidad, puesto que adelantan su
gestión de acuerdo a las propuestas presentadas al pueblo en las elecciones,
demostrando una planeación y gestión que ha conducido a sus territorios al
desarrollo, progreso y mejoramiento de las condiciones de vida de sus
habitantes.
Otros
gobernantes, muy a pesar que su administración no ha comenzado de la manera más
idónea, su gestión no ha reflejado lo prometido en campaña, en sus habitantes
reina la esperanza en su gobernante, conoce de sus capacidades, idoneidad y
trabajo para enrutar el camino, por eso el anhelo y sueño de la construcción de
un mejor futuro sigue latente en cada uno de los miembros de su comunidad.
En cambio existe
una gran mayoría de gobernantes que han decepcionado a sus electores, su
gestión de gobierno se encuentra en un letargo, la comunidad percibe la falta
de planeación y administración de la cosa pública, lo que ha conllevado al
crecimiento de las necesidades básicas y la problemática que azota a sus
habitantes.
Dice un adagio
popular que árbol que nace torcido, jamás su rama endereza, en este caso
creemos que no es así, que los mandatarios tienen la oportunidad de reafirmar o
recomponer el camino, para poder cumplir con el sagrado mandamiento popular de guiar
a sus comunidades al progreso, desarrollo y bienestar que todos sus habitantes
anhelan.
El año fiscal se
está acabando, por ende todos las administraciones se encuentran planeando y
trabajando en la construcción de su presupuesto anual, aprovechemos esta
oportunidad teniendo en cuenta que esta es la herramienta fundamental para la
toma de decisiones y la que garantiza el cumplimiento de los planes de
desarrollo, satisfacer las necesidades básicas y contribuye con el progreso y
desarrollo de los entes territoriales para proyectar una mejor administración.
Elaboremos un presupuesto acorde al marco
normativo, la realidad fiscal de sus territorios y priorizando las ciudades
básicas de cada ente, teniendo en cuenta la redistribución del ingreso, el
déficit fiscal, las fuentes de financiación, la erradicación de la pobreza y
coadyuvar en la competitividad entre otras, para así soñar en la construcción
de una mejor país, de lo contrario seguiremos condenando a nuestros
conciudadanos a la pobreza, desigualdad y falta de oportunidades y bienestar.
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