El Gobierno de
Franco Ovalle Angarita, con el propósito de generar espacios de interlocución y
concertación con las comunidades, que permitan ratificar la confianza y
respaldo de los Censarences hacia la gestión y manejo de los recursos públicos
por parte de la administración departamental ha decidido implementar la Ruta
“Del Desarrollo y la Paz”.
La primera ruta
se llevará a cabo en el municipio de Tamalameque, donde la Gobernación
realizará la oferta de bienes y servicios de sus diferentes sectoriales a la
comunidad, esto con el fin de consolidar al departamento del Cesar en un
territorio de paz y que los municipios conozcan de primera mano lo que la
gobernación tiene para brindarle a sus habitantes.
Al conocer esta
iniciativa me pareció excelente, una buena forma que el pueblo interactúe con
su gobernante y expongan las necesidades que los aquejan, que el gobernante palpe
esas necesidades y se comprometa con su solución, con la realización de
inversión y obras de impacto social que coadyuven a los municipios a mejorar la
calidad de vida de todos su habitantes.
Dios permita que
esta magnífica iniciativa sea el inicio de un acercamiento real entre el
gobernante y su pueblo, que posibilite que las obras e inversión a realizar se concerté
con las comunidades, donde los habitantes de cada uno de los municipios tengan
la satisfacción que su gobernador cumplió con su programa de gobierno y con el
compromiso con sus comunidades.
Que esta Ruta no
se convierta en solo palabras y promesas, donde las comunidades expresen sus
necesidades y el gobierno haga caso omiso, que todo no quede en el papel, como
letra muerta, lo que influiría en la desconfianza del pueblo por las
instituciones, desilusionaría a la gente de su clase política, la cual goza de
una desconfianza por tantos casos de corrupción que han venido socavando la
democracia colombiana.
Por eso el pueblo
de Tamalameque recibe con agrado esta Ruta y alimenta la esperanza que sus
necesidades sean solucionadas, que la Construcción de la Sede de la Institución
Educativa Ernestina Pantoja deje de ser un sofisma y pase a ser una realidad,
para que sus estudiantes gocen de mejor cobertura y calidad educativa.
Que la millonaria
inversión realizada en infraestructura en nuestro hospital, sea respaldada con
su dotación y el saneamiento de sus finanzas, que permita la prestación de un
servicio eficiente y oportuno, garantizando el derecho a la salud y a la vida.
Que las vías
terciarias sean intervenidas, para que nuestros campesinos tengan como
comercializar sus productos, nos ayuden a cambiar las redes del acueducto que
están obsoletas y nos garanticen un preciado líquido apto para el consumo
humano.
Así mismo se
invierta en proyectos productivos que garanticen el sustento de muchas familias
o se incentive el turismo y aprovechemos la majestuosidad y belleza de nuestros
ríos, quebradas y ciénagas.
Son muchas las necesidades que Tamalameque padece,
pero es necesario comenzar articular proyectos con la nación, el departamento y
el municipio que avizoren un mejor futuro, que nos permita salir del letargo de
más de 470 años de pobreza y abandono, que sea la Ruta “Del
Desarrollo y la Paz” el motor para que el progreso y desarrollo lleguen a
nuestro pueblo y no que la desilusión y desesperanza reine en todos sus
habitantes.
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