Han transcurrido 40 años
desde que un grupo de jóvenes con el propósito de rescatar y difundir la
identidad cultural de sus antepasados, deciden presentar en la plaza principal
de Tamalameque cuatro grupos de ancianos para que bailaran y cantaran tamboras,
de ahí surge el primer festival de tamboras.
Desde esa iniciativa la
Tambora como expresión cultural ha librado una batalla incansable para no
desaparecer, contra la asfixia perpetrada por un sector que pretende imponer un
único género como valor y referente cultural del Departamento del Cesar,
atentando contra su diversidad étnica y cultural.
Por ello se ha adelantado una
lucha constante por el rescate, preservación y difusión de la Tambora, logrando
que el Cesar, Colombia y el mundo se hayan deslumbrado con lo sensual y
cadencioso de su baile, la magia de sus ritmos y hermosura y frescura de sus
canciones permitiendo su subsistencia.
Gracias a esa reyerta se
logró que la Asamblea del Cesar mediante la Ordenanza 030 de 2003 declarara al
género musical la tambora y la guacherna patrimonio artístico, social y
cultural del Departamento, así mismo declara a Tamalameque como epicentro
cultural y folclórico.
Pero pese a este logro y que
dicha ordenanza conmina a la Gobernación prestar su concurso para el rescate,
conservación, investigación, difusión y divulgación de nuestro patrimonio
cultural vernáculo, el aporte y apoyo del ente departamental ha sido
intrascendente, incumpliendo con el propósito de la duma de reafirmar la
tambora como identidad cultural que permita la hermandad y fortalecimiento del
sentido de permanencia de nuestros pueblos con su historia, etnia y cultura.
Por el contrario el aporte y
apoyo a nuestra expresión cultural es exigua y el grotesco sinsabor de la Ley 739 de 2002, mediante la cual se disponía
en el artículo 3 ibídem imponer la catedra valores y talentos vallenatos de
obligatorio cumplimiento en los colegios del Cesar, aplicando el conocimiento y
aprendizaje de la cultura vallenata, menoscabando nuestra cultura vernácula,
gracias a Dios tres jóvenes abogados impetraron una acción de nulidad contra
este literal, alcanzando que se eliminara la condición de obligatoriedad de
esta catedra, logrando la defensa de nuestra identidad cultural.
Gracias a la persistencia,
trabajo, difusión, investigación y publicaciones realizadas por gestores y
grupos culturales se ha logrado que la Tambora como expresión cultural recupere
su importancia histórica, por eso con frecuencia se celebran más festivales
dentro de los pueblos de la región Momposina, se realizan foros, conversatorios
y eventos donde la tambora es el actor principal.
Debido a este movimiento en
pro de la defensa, rescate y preservación de nuestra Tamboras se ha logrado que
nuestra cultura se sitúe en su sitial de honor, enhorabuena un representante de
la patria presentó al congreso el proyecto de ley No. 171 de 2018 por medio de la cual se declara Patrimonio Cultural
de la Nación el Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna en el municipio
de Tamalameque.
Hemos avanzado y logrado
resaltar la tambora como expresión e identidad cultural, y por esta sublime
cultura debemos mantener y persistir en su exaltación para posicionarla y
lograr que sea declarada por la Unesco como Patrimonio Cultural e Inmaterial de
la Humanidad, para que así podamos cantar “no
se muere, no se muere, no se muere la tambora”
P.D. Los invito para que disfruten y se deleiten del
Festival Nacional de la Tambora y la Guacherna que se celebrará en Tamalameque
del 14 al 16 de diciembre.
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