EL PARO AGRARIO JUSTO E INJUSTO

El Paro Nacional Agrario es una protesta o revuelta del sector agrario que tiene sus causas en grandes problemas estructurales por la falta de una verdadera reforma agraria consistente, estable, seria y verdadera que busque solucionar la difícil problemática que a través de los años y de diversos gobiernos vienen padeciendo nuestros campesinos y que se han agudizados con la entrada en vigencia de los TLC firmados por nuestro país que han conllevado a nuestros agricultores al cataclismo debido a las importaciones baratas de los productos de EEUU, Asía o Europa gracias a que sus Agricultores cuentan con subsidios que hacen imposible la competitividad de los productos nuestros.

Bajo este precepto y amparado en que el Paro, La Protesta y la Huelga son derechos amparado, protegido y salvaguardado por la Constitución Política, las Leyes, Jurisprudencia y los Tratados Internacionales suscritos por Colombia;  estoy de acuerdo y apoyo el Paro Nacional Agrario, las exigencias y reclamaciones que hacen nuestros campesinos amparados en su legitimo derecho de la movilización, honra, pero sobre todo al trabajo y la vida.

Pero en lo que controvierto, refuto, repudio son las infiltraciones, propósitos oscuros y criminales que delincuentes, vándalos y organizaciones al margen de la ley han implantado en las justas y ajustadas a nuestra constitución y leyes manifestaciones que vienen realizando nuestros campesinos; ningún colombiano podemos permitir, debemos reprochar e inclusive denunciar cualquier acto so pretexto del derecho constitucional a protestar agravien, destruyan y violenten las derechos e intereses de los demás ciudadanos y pretendan convertir el país en una anarquía donde reine la violencia, ilegalidad y violación de la constitución y las leyes.

La historia reciente de la marcha de los indignados, los cacerolazos en Venezuela, Argentina y las marchas en Brasil nos han demostrado que podemos protestar, manifestar nuestro inconformismo y exigir nuestros derechos bajo la legalidad y el respeto; por eso exhorto a los promotores, participantes y ciudadanos del común a rechazar, denunciar y condenar estos actos reprochables para que todo el peso de la ley y la justicia recaiga sobre estos delincuentes y criminales que aprovechan las justas causas para causar caos y destrucción en el país.