jueves, 26 de febrero de 2015

A MI MADRE

En el día de hoy siento la inmensa necesidad, compromiso y deseo de escribir unas líneas dedicadas a una mujer valiente, emprendedora y valiosa, un ser extraordinario y maravilloso, quien sin importar los preceptos de belleza, decide en un pacto de amor fecundarme y brindar su vientre para que mi ser se formara y viera la luz.

A partir de mi nacimiento y los de mis hermanos, su dedicación fue abnegada, su amor infinito y sus cuidados sin precedentes para que la enfermedad no nos llegará o el dolor no nos circundará, cuantos insomnios, cuantos trasnochos sin descanso, sin queja alguna para llenarnos de cuidados, cariño y amor.

Desde mi niñez demostraste tu valor y fortaleza, que hace honor a tu raza y como tu antepasada la India Catalina, Luchaste a diario y sin cansancio por brindarnos un mejor futuro y condiciones de vida dignas, por eso te convertiste en el pilar fundamental de la familia y el apoyo incondicional de nuestro Padre para sacarnos adelante.

Eres una mujer intachable, poseedora de gran carisma y consideración, quién con pasión, te dedicaste de corazón, cuerpo y alma, al cuidado de tu familia, lo que intercalas con la ardua e inquebrantable labor de brindar conocimiento, valores y normas a niños y jóvenes desde tu hermosa profesión de docente.

Somos muchos los privilegiados de haber tenido tus cuidados, de aprender a tu lado, valores y principios que nos han servido para construir una vida estable, digna y honesta, por eso hoy que cumples años, quiero brindarte este sencillo reconocimiento, para manifestarte mi infinito amor y agradecimiento.

Hoy quisiera ser poeta para componerte la mejor poesía, o ser el dueño del universo para regalarte el firmamento con sus estrellas y planetas,  los mares y su inmensa belleza, las praderas y montañas y su esplendor o porque no poder situarte en el Olimpo de los Dioses, para sentarte en el más alto pedestal y desde allí irradies tu alegría, ternura y amor, que de seguro el sol y la luna en muestra de júbilo nos regalarían un eclipse total o el cielo un radiante arcoíris en tu honor.

Pero desafortunadamente es imposible, por eso hoy solo me resta posar los pies sobre la tierra, y vivir la realidad, por ello solo quiero hacerte entrega como regalo, mi más preciado tesoro, mi corazón, mis sentimientos, mis pensamientos, mi ser y gran amor, los cuales son puros y cristalinos como tu corazón, tus sentimientos y tus bellos ojos.

Hoy elevo una oración al arquitecto del universo de alegría y satisfacción por la bendición de haberme permitido ser tu hijo, de contar con tu amor, de tener la fortuna de nacer de tu vientre, por eso ruego al Todopoderoso te bendiga, ilumine, llene de vida y salud para que sigas compartiendo a mi lado, el de mi padre, mis hermanos y tus nietos toda tu ternura, amor y comprensión.


Feliz Cumpleaños madre mía, jamás me alcanzará la vida para agradecerte y recompensarte todo tu sacrificio, amor y cuidados. Eres mi mayor amor, Dios te recompense siempre, Te Amo Mamá.

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