Desde la implementación del Plan
Nacional de Desarrollo 2014-2018 “Todos por un nuevo país” la nación se
comprometió a resarcir una deuda histórica con la educación, la cual estaba
sumida en el atraso, abandono y pésimas condiciones la que se reflejaba en la
mala calidad educativa de nuestros estudiantes.
Por ello se planteó la necesidad de
establecer una política pública que permitiera una mejora sustancial en la
calidad educativa que garantizara cerrar las brechas de acceso y calidad en el
sistema educativo, acercando al país a los altos estándares internacionales. El
Gobierno Nacional se comprometió a convertir a Colombia en el mejor educado de
América Latina en el año 2025.
Para cumplir con este propósito se
establecieron unas líneas estratégicas como la Excelencia Docente, Jornada
Única, Colombia Bilingüe, Colombia Libre de Analfabetismo y Más Acceso a la
Educación Superior, que representarían un gran salto educativo, garantizando a
nuestros niños y niñas su derecho a la educación, pero ante todo con altos
estándares de calidad convirtiéndola en la herramienta más poderosa para acabar
con la desigualdad social y permitiendo a los colombianos un crecimiento
económico que mejoraría sus condiciones de vida.
Pero transcurrido un tiempo prudencial
desde la implementación del Plan de Desarrollo nuestro anhelo y sueño de tener
un sistema educativo de alta calidad se han venido desvaneciendo, gracias al
incumplimiento y falta una vez más a la palabra del gobierno nacional.
El Presidente Santos en campaña para
lograr el apoyo de los educadores en su reelección prometió dignificar la
profesión de los maestros y mejorar sus salarios, de manera que sean
comparables con los de las demás profesiones mejor pagadas, pero elegido ha
hecho conejo a los docentes los cuales siguen percibiendo un salario paupérrimo
que no le permite brindar bienestar a sus familias, lo que convierte la
excelencia docente en un sofisma.
Debido al oscuro panorama y constante
incumplimiento del gobierno los docentes deciden irse a paro, para por la lucha
sindical resarcir sus derechos, pero el estado renuente y desagradecido con
estos maestros que imparten conocimiento y edifican el futuro del país se niega
a cumplir con sus exigencia y los amenaza con descontarle de su salario los
días que han estado en paro.
Ellos firmes deciden protestar y
tomarse las calles para que la ciudadanía general conozca su problemática,
demostrando hasta la saciedad que no es una simple lucha por un incremento
salarial, sino una protesta por garantizar un sistema educativo más idóneo y
que garantice la excelencia , permitiendo una mejor preparación en nuestros
jóvenes que propenda un salto social para nuestra patria.
Pero el
gobierno indolente contrarresta la justa protesta de nuestros docentes con el
uso de la fuerza, enviando al ESMAD para que atropelle, e indecorosamente
vulnere su dignidad, enviando un mensaje equivocado a una nación que
quiere acabar con más de medio siglo de guerra e injusticia.
Un país más educado se construye con
mayor inversión, mejoramiento de las instalaciones educativas, innovación
tecnológica, mejoramiento de las condiciones salariales de sus docentes,
capacitación docente y no con gases, bolillos y amenazas.
Si queremos un nuevo
país y construir una Colombia más educada debemos resarcir la deuda histórica
con los docentes y cumplir lo pactado de lo contrario estaremos condenado al
subdesarrollo y desigualdad donde hemos vivido siempre.
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