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Etimológicamente este
nombre se deriva del griego hieros “sagrado”
y onoma “hombre”, lo que constituye
su significado como “hombre sagrado”
o “hombre santo”, convirtiéndole en
excelente nombre para cualquier cristiano, excepto si es de apellido Uribe.
Ante el atroz,
abominable y repudiable acto criminal y terrorista perpetuado con un carro
bomba en la Escuela de Cadetes Francisco de Paula Santander de Bogotá, donde
vilmente perdieron la vida 9 policías y hay más de 50 heridos, Colombia unida
rechazo este acto de barbarie y atroz, pero un trino de Jerónimo Uribe hijo del
expresidente causo revuelo e indignación nacional.
En dicho trino el
hijo del expresidente manifiesta: “se sabía que la paz de Santos era una farsa.
Enfrentar el mar de coca, minería ilegal y corrupción que dejo Santos es un
tremendo reto para el presidente Duque”. Olvidándose del dolor, calvario
y sufrimiento de las familias de las personas muertas y heridas, demostrando
que es más grande el odio y rencor que siente en su corazón hacía el
expresidente Santos, que la solidaridad, respaldo y apoyo que debió brindar a
familiares y víctimas del sanguinario e inhumano atentado.
Los colombianos
podemos tener las diferencias ideológicas y personales que nos dividan, pero
ante las tragedias, sufrimiento y adversidades nos hemos unido y como hermanos nos
solidarizamos para enfrentar la brutalidad del terrorismo, por eso es
inaceptable que se utilice este acto criminal para arremeter contra su
adversario o contradictor.
Con el trino el joven
Jerónimo, demostró que no tiene nada de hombre sagrado o santo, por el contrario,
demuestra que es un hombre depravado, que utiliza cualquier medio sin importar
los sentimientos y sufrimiento de los demás para agredir y atacar, exponiendo
su insensibilidad humana y oportunismo.
Ya está bueno de la
polarización, el odio y el rencor, debemos sembrar esperanza, perdón y
reconciliación para que unidos como sociedad combatamos y erradiquemos a los
violentos que quieren alterar el orden, causar muerte, desconsuelo y
padecimiento, negándonos la posibilidad de crecer y construir un mejor país.
No podemos permitir
que nos dividan en una derecha donde actúan los buenos o una izquierda donde
pertenecen los malos o viceversa, debemos constituirnos en lo que somos colombianos,
los cuales propendemos por la construcción de un mejor futuro, de una Colombia
en paz, con equidad y justicia social donde cabemos todos.
Todo
acto terrorista debe ser repudiado y rechazado por todos los colombianos, por eso sin importar nuestra
ideología debemos exigir justicia, que se esclarezcan los hechos y caiga todo
el peso de la ley a los criminales que cometieron esta bestialidad, así mismo
debemos solidarizarnos con las víctimas y sus familiares, sin revictimizarlas y
aprovechar su sufrimiento y tragedia para sacar provecho personal o político.
Es
inconcebible e inaceptable que toleremos volver al horror del pasado para
justificar como malo lo realizado por un gobierno y engrandecer las decisiones
tomadas por uno nuevo, debemos es anhelar y desear que tantos las medidas del
anterior gobierno como el entrante sean bendiciones para nuestro país, que nos
permita crecer y vivir mejor.
Nunca olvidemos que existen muchas cosas que nos
distancian y dividen, pero existe una más grande y maravillosa que nos une
llamada Colombia.
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