Hablar de Tamalameque es hablar de historia, leyendas,
cultura, es describir un universo mágico, enclavado a la margen derecha del río
grande de la Magdalena en el departamento del Cesar, es evocar el paraíso
escogido por Dios para poner un manatí
para que despertara a Fermina Daza en el Amor en los tiempos del cólera de
nuestro nobel García Márquez o el edén que inspiró a José Benito Barros para
que inmortalizara la leyenda de la Llorona.
Este pueblo de gente amable, pujante, paisajes
maravillosos y belleza natural, este 29 de septiembre festeja sus 475 años de
fundación, 475 años de contrastes, donde ha vivido la grandeza, bonaza e
importancia de ser el padre de otros municipios, puerto de gran importancia y
cuna de cultura, hasta estar relegado al olvido, desidia y abandono estatal.
A pesar de las vicisitudes este paraíso terrenal sigue
luchando para salir adelante, para que el desarrollo y progreso recorran sus
calles, el bienestar y mejoramiento de las condiciones de vida de sus
habitantes sea una realidad, por eso día a día su gente trabaja para devolverle
el esplendor de antaño.
Después de dificultades económicas que asfixiaban sus
finanzas, coartándole la posibilidad de satisfacer sus necesidades, en hora
buena su alcalde Jorge Alonso Castro lo acoge a la ley 550, permitiéndole
volver a soñar, devolviéndole la esperanza de sanear sus finanzas y hacerlo un
municipio viable financieramente.
Se ha progresado
en obras de infraestructura que permiten mejorar su entorno, embellecer su
territorio y brindar mejores espacios para sus habitantes, pero hemos olvidado
lo esencial y primordial la inversión social, la educación, salud y
oportunidades laborales de su gente, sectores de vital importancia que merecen
una eficiente y pronta atención.
Es por eso, que aprovecho esta efeméride para hacer un
llamado a los gobiernos del Cesar y nacional para que inviertan en la gente,
coadyuven a Tamalameque para que sus sueños y anhelos de contar un eficiente, idóneo
y eficaz servicio de salud sea una realidad, para ello se hace necesario que su
Hospital sea saneado de la grave crisis financiera que lo mantiene en cuidados
intensivos, que sea dotado de equipos, implementos e insumos que garanticen un
buen y excelente servicio y atención.
De la misma manera se requiere con urgencia que sus
instituciones educativas sean adecuadas, adaptadas a los nuevos estándares para
impartir conocimientos, no es posible, que todavía contemos con una Institución
como el Ernestina Pantoja que no cuenta con sede propia, negándole la
oportunidad a sus educandos de recibir una educación de calidad, sin
laboratorios, espacios deportivos, recreativos y ayudas tecnológicas que
permitan transmitir conocimiento y mejorar el proceso de enseñanza y
aprendizaje,
Debemos brindar oportunidades laborales a su gente,
aprovechar la majestuosidad de sus fuentes hídricas, su belleza natural, su
historia y cultura para impulsar y fomentar al municipio como modelo y pilar
del ecoturismo, garantizándole a su gente un medio de subsistencia y generación
de ingresos que le permitan mejorar sus condiciones de vida.
Son 475 años de
batalla, de dificultades y tristezas, pero también de alegrías, sueños y
esperanzas, hoy queremos gritar al Cesar y Colombia que existimos, que
merecemos una oportunidad de surgir, crecer y construir un mejor futuro, que
requerimos su mano amiga para que juntos hagamos de Tamalameque un municipio
próspero y pujante, de lo contrario nos condenaran a la inopia.
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