El
control político es un mecanismo que la constitución y la ley otorga a los
congresistas, diputados y concejales con el fin de exigir de manera
transparente a los gobernantes y su equipo de gobierno, el ejerció de su
gestión administrativa, del poder y su responsabilidad política.
Este
control se debe adelantar de forma transparente, neutral, preciso, público y
oportuno para de esta manera garantizar a los ciudadanos que la acción
político-administrativa de sus gobernantes y sus actos se ajusten a las
disposiciones establecidas en nuestra constitución y la ley.
En
muchos pueblos este control se ha venido distorsionando y encontramos que
muchos concejales, (no en todos los
municipios, ni todos los concejales, afortunadamente) han tomado esta
figura para obstaculizar iniciativas, facultades y la aprobación de proyectos
de vital importancia en sus respectivos municipios, so pena de prebendas y
beneficios personales.
Por
esto el Procurador General de la Nación Dr. Alejandro Ordoñez Maldonado afirmo
que con alta frecuencia, el control político de los Concejos se convierte en un
control extorsivo para lograr beneficios económicos, burocráticos o de otra
naturaleza.
Esto
es cierto, pero también es innegable que una gran cantidad de honorables
concejales ejercen a cabalidad el control político, por ello despliegan una
verdadera fiscalización o revisión de las actividades adelantadas por el
ejecutivo y la administración, lo cual incomoda a muchos mandatarios que hacen
uso indebido de su poder y del erario, y por medio de prebendas, ayudas y
beneficios burocráticos conforman coaliciones que le garantiza evadir este
control y adelantar su gestión sin vigilancia alguna.
Pero
es de recalcarle al señor Procurador que el control extorsivo no es solo una
modalidad de los concejales, sino también de los diputados y de los
congresistas, así mismo de los mismos órganos de control, quienes en muchos
casos olvidan su función fiscal, disciplinaria y penal, para dedicarse a exigir
prebendas y beneficios a los mandatarios para dilatar, retardar y hasta
archivar las actuaciones que se adelantan contra ellos.
Es
común encontrar en muchos municipios que los ciudadanos presentan quejas y
denuncias contra sus gobernantes por irregularidades, malos manejos,
celebración indebida de contratos o violación a las disposiciones legales, pero
los órganos de control no actúan de manera diligente y con celeridad; por eso
encontramos que la Procuraduría ha impuesto 807 sanciones disciplinarias
ejecutoriadas contra concejales, pero desafortunadamente una cifra irrisoria de
sanciones contra alcaldes.
Esta
realidad permite que los ciudadanos de bien y los concejales honestos duden de
los órganos de control, o no tengan las garantías suficientes para ejercer con
eficacia su derecho constitucional y legal de controlar las acciones de las
administraciones y propender por el buen ejercicio y desempeño de su acción
político-administrativa y en el caso contrario encontramos alcaldes maniatados
por esta extorsión de parte de concejales y órganos de control.
Por eso se hace
necesario señor procurador realizar los correctivos al interior de su entidad para
garantizar a todos los colombianos que sus quejas y denuncias sean atendidas de
manera oportuna, eficiente, y conforme a la ley, para de esta manera certificar
el adecuado funcionamiento de las administraciones, caso contrario debemos
acostumbrarnos al creciente ejercicio del control extorsivo no solo de los
concejales sino de los órganos de control.
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