La Honorable Corte Constitucional es
el máximo órgano al cual se le confía la guarda de la integridad y la
supremacía de la constitución política de Colombia, en otras palabras, este
tribunal es el encargado de garantizar que no sea vulnerado el conjunto de
reglas, que establece la forma en que debemos comportarnos todos los
colombianos, para que exista bienestar y vivamos en paz, en la actualidad esta
corte es cuestionada y puesta en la palestra pública por culpa de un supuesto
caso de corrupción.
El pasado 4 de Febrero, luego de la
elección del nuevo presidente de la corte constitucional, el país conoció uno
de los casos más graves y aberrantes de la Justicia Colombiana, la presunta
exigencia de un soborno por 500 millones por parte del recién elegido
presidente Jorge Pretelt Chaljub para favorecer en el trámite de una Tutela a
la firma Fidupetrol.
Este caso salpica una institución
trascendental de la vida jurídica del país, que violenta la moralidad pública y
coloca en tela de juicio la justicia de Colombia, como debe ser, trascendió y
se convirtió en noticia nacional, el salpicado magistrado Pretelt salió en su
defensa, aduciendo en su momento, que es un asunto político, argumentando que
estos señalamientos van dirigidos a la “incidencia
que tendrá quien lo remplace en la elección del próximo Registrador Nacional y
como se lleven los comicios de los próximos 4 años”.
Pero a pesar de esta primera
declaración, las denuncias contra el magistrado Pretelt no cesan, por el
contrario se incrementan, toda vez que sale a la luz pública que el magistrado
aparece como propietario de 5 fincas, de las cuales 3 son reclamadas por victimas
de desplazamiento, pero más grave aún es que 1 de ellas, presuntamente allá
sido adquirida por su esposa a un exjefe paramilitar y después vendida a
Pretelt.
Debido a todas estas escandalosas
denuncias la Comisión de Acusaciones de la Cámara decide abrir investigación al
Magistrado Pretelt por el caso de Fidupetrol y la Fiscalía General de la Nación
decide llamar a indagatoria a su esposa por la adquisición de las fincas.
El magistrado Pretelt pese a las
graves denuncias y pruebas que salieron a la luz pública (grabaciones, escrituras y declaraciones entre otras) decide no
renunciar, sino pedir una licencia, la cual es negada por el senado, al mismo
tiempo sus compañeros de corte, al igual que la clase dirigente del país y la
inmensa mayoría de colombianos exigen su renuncia inmediata.
El magistrado Pretelt contrario al
sentir y pedido nacional de su renuncia, se llena de soberbia y se obstina a
seguir atornillado a su cargo, aduciendo su presunción de inocencia, para eso
decide dar declaraciones a un medio de comunicación acusando al fiscal de
orquestar las denuncias, pero reconociendo la reunión con el abogado de
fidupetrol, salpicando a otros magistrados, pero negándose a renunciar y
sentenciando que si renuncia se deben ir todos los magistrados de la Corte
Constitucional.
Este presunto acto de corrupción amerita retirarse del cargo, y
esto no violenta su derecho de
presunción de inocencia, puesto que el magistrado tendría todas las garantías
procesales para hacerla valer y él conoce de ello como abogado. Caso contrario
la decisión de Pretelt de mantenerse en el cargo, si cubriría con un manto de
duda y en una crisis profunda la institucionalidad y salpica la transparencia del
alto tribunal, por eso es necesario que Jorge Pretelt sea razonable, tenga
dignidad y renuncie, porque sería inconcebible que por un magistrado
despreteltgiado acabáramos las instituciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario